El cine es el rostro de un país, de una cultura, de una ideología, de una forma de ver el mundo.
La inquietud por estudiar cine en México ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Como respuesta han surgido repentinamente un gran número de escuelas de cine con distintas opciones de educación.
La Cinematografía nos ofrece espacios de comunicación audiovisual y expresión artística donde se difunden los valores, la cultura, el arte, la realidad o la ficción, donde se invita a la reflexión y se documenta el acontecer diario, la educación, la investigación científica, cultural y artística de diferentes sectores, de allí que la profesionalización en el área audiovisual es una necesidad urgente.
Sin embargo el estado de Querétaro aún está rezagado en ese aspecto. Hay desconocimiento total no sólo de lo que es el cine, sino de lo que es la cultura en general. No se entiende al cine ni como cultura ni como arte. Ni si quiera como negocio o como generador de empleos e impuestos.
Centro Superior de Artes Cinematográficas (CSAC) surge debido a la carencia de espacios para estudiar el arte de la cinematografía en nuestro Estado. CSAC es una opción con una propuesta diferente.
A diferencia de otras instituciones que enseñan el cine en México, la
carrera de cine en CSAC tiene una duración de 2 años, dividida en 4 semestres.
En CSAC se procura que todos los profesores estén vinculados con el medio cinematográfico, de este modo se acortan las distancias entre el gremio del cine y el alumno, aspecto básico para que el egresado pueda posicionarse más rápido en el medio.
En CSAC la preocupación esencial es el cine, todos los derivados que le suceden como la publicidad, los videoclips, la televisión, etc., quedan subordinados a éste.
El aprendizaje del cine, como todo proceso de enseñanza, necesita de esquemas de comportamiento en los que prime lo que para el que aprenda contenga sentido, diversión y serenidad para aprenderlo.
Como todo aprendizaje, necesita de experiencias, de afectos, de motivaciones, de reiteración de hechos, de personas que contagien el entusiasmo. Necesita de productos de calidad, entretenidos, lúdicos.
CSAC, quiere hacer la diferencia al incidir formando profesionales del cine que entiendan seriamente el trabajo. Cineastas. No sólo directores de cine.
Cineasta también es un guionista, es un director de arte, es un sonidista, un fotógrafo por supuesto, un editor, un productor, etcétera.
Y eso es lo que estamos propiciando en CSAC: formar cineastas con el mayor sentido de la palabra, que están incidiendo en la industria. Que no se limiten solamente al cine sino también al trabajo de la televisión y obviamente otros formatos como el videoclip o los comerciales.
Existe un amplio campo de trabajo en esos espacios. Hay asistentes de dirección, de proyectos, cortometristas, sonidistas, películas o programas de televisión, telenovelas, programas culturales, muchos de ellos comerciales.
Querétaro por sus escenarios naturales y ubicación estratégica, puede convertirse en el estado con mayor producción cinematográfica de calidad, por lo que es necesario crear el entorno propicio para que en esta localidad, podamos desarrollar en nuestros estudiantes las condiciones profesionales que esta creciente industria requiere para proyectarlos en un plano mundial, fortaleciendo a su vez la identidad nacional.
El cine refleja la totalidad, pues su fundamento es contar historias con tecnologías y lenguajes diversos a los tradicionales. El cine complementa conocimientos, integra ideas y lenguajes. El cine puede hacer comprender mejor la vida, inicia a nuevos lenguajes y acerca a los más pequeños conceptos y valores difíciles de apreciar por los medios escolares tradicionales.
Apostamos en el cine porque creemos en su capacidad transformadora y comunicativa, por su potencial de sensibilización.
Todo esto y aún más puede hacer el milagro del cine. ¿Qué es un guión? ¿Cómo se desarrolla un film? ¿Qué es un montaje? ¿Para qué me sirve todo esto?
Para cambiar al mundo.
“No te niegues a los prodigios. Ordena a la luna, al sol. Desata el rayo y la luna”. Robert Bresson.
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